El amor.

Cerati en Chile, 25 agosto 2006 Teatro Caupolicán

Mientras esperábamos un taxi, asustadas, viejas y cobardes, tratábamos de ubicarnos en el mapa y sobrevivir en la noche con nuestra brújula mental. Luego caminamos, caminamos en círculo oscuro, buscando un callejón, buscando más oscuridad, más oscuridad.
Sumergidas en la oscuridad mental, nos aprontamos a buscar las butacas que nos dieron para observar el espectáculo; ella reclamaba que quería estar abajo, con toda razón; ya que nos tocó el asiento vip vip vip, en frente del escenario, pero con poco sentimiento de los asistentes.
Cerati, volvía…así como un re encuentro con un ex, así como alguien que permaneció tiempo importante en tu vida, y que por malditas razones, desapareció..y ahí estaba, delgado, inhiesto, como de 20 (todos sabemos que tiene el doble de eso).
A ver Gustavo qué tienes para mi- pensé. Ya que luego de escuchar un aletargado último disco, que no deja mucho, retocando frases ochenteras, más armoniosas que eléctricas; reconocibles por cualquiera que escuchó a Soda en su época …no me había nutrido de casi nada.
Último disco…reconocible, bueno, recordemos canciones entonces…….ahí parado frente a nosotras….sensualmente tocando los acordes, ahí estaba, buscando, conquistando…Todas las canciones antiguas, tocadas en versiones nuevas, modernizadas e incluso me atrevo a decir que mejores. Me impresionó, me emocionó, me enamoró. Como el encuentro con el ex y con esa persona que reconoces, pero que te regala una nueva luz, un momento de placer, un momento.
Bacán..y no era la oscuridad, era él entregando lo que uno quería escuchar, la palabra en el momento indicado, el acorde en el oído, y su mano en las cuerdas..que más..una noche, pero suficiente para enamorarse y tirar una canita al aire..esa noche fue Cerati, tal cual…Gustavo otra vez somos tuyas!!! Forever ja!!!